10 de junio de 2011
La fuerza del optimismo es el título que Luís Rojas Marcos eligió para su libro que trata sobre el tema del pensamiento positivo y el desarrollo de una fuerza que nos ayuda a conquistar metas.
Y me acordaba de él cuando una de mis fieles lectoras, Tudi Martín, autora del interesante blog
La noticia más leída, me pasaba el enlace con la siguiente noticia.
La creación de empresas en el sector inmobiliario creció un 140% hasta mayo.
Leer la noticia en elEconomista.
El enlace al informe Demografía empresarial, primer trimestre 2010 D&B
Es cierto que en el estudio no se distingue la creación de empresas con varios socios, con trabajadores y con aportaciones de capital importante, de una empresa creada por un autónomo, con 3006 € y sin trabajadores. Tampoco se analiza la cantidad de empresas "nuevas" que en realidad se derivan de empresas en liquidación, fundadas por los mismos accionistas o partícipes, con el único cambio de su denominación social.
Pero, ¿que quieren que les diga?, la fuerza del optimismo es precisamente esto, mirar hacia adelante sea cual sea la adversidad. Porque parece que las frases grandilocuentes sobre emprendedores, optimismo, fuerza interior, arriesgar para ganar, etc. nos las guardamos para Twitter o Facebook.
A pesar de la crisis, de los estudios de in-viabilidad, de los DAFO adversos, de la falta de financiación, de etc. etc. podemos comprobar que también hay empresarios (ahora emprendedores) que se atreven a dar un paso adelante y decir "yo voy".
Dice un proverbio (chino o de donde sea)
Tienes un problema, ¿tiene solución?
- Si. Entonces ¿para qué te preocupas?
- No. Entonces ¿para qué te preocupas?
Los problemas se detectan, se analizan y se toman decisiones para su solución. Lo malo no es el problema, sino el no saber encontrar la solución.
Toda mi admiración y mi más sincero deseo de éxito para todos los nuevos empresarios.
Saludos amigos
Pedro Domingo
Tudi Martín
Said
Sí Pedro, el optimismo debe ser eso, optimismo porque es necesario que esté regido por los indicios, pero sobre todo por la emoción. Los fríos datos ya llegarán después.
El análisis todo lo disecciona: devana la realidad hasta dejarla en meros hechos desprovistos de oportunidades. Todo queda explicado, lo malo pasa a ser mediocre y lo bueno, también.
Seamos optimistas porque los indicios así nos lo dictan. Trabajemos como si todo fuera a cambiar para bien y cambiará.
Estoy segura de que hay una mejoría manifiesta: los chicos de las inmobiliarias vuelven a llamar a mi casa para ver si les vendo mi piso y la gente empieza a comprar los cruceros para el verano. Miremos alrededor que para los grandes estudios ya están los agoreros del fin del mundo.
Pedro Domingo
Said
Gracias Tudi, por tu comentario y por ese trasfondo optimista de tus palabras. Al fin y al cabo es de lo que se trata. Seamos optimistas.