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Off Topic

29 de diciembre de 2010

Hola amigos, 
define la Wikipedia como off-topic:
El término off-topic se refiere a todas aquellas contribuciones que, de alguna manera, no guardan relación con la discusión que dio origen al tema. Se trata de una digresión, pero se prefiere este término fundamentalmente en el contexto de las listas de correo, grupos de noticias, foros de discusión y wikis.

Aprovechando estos días navideños, quiero inagurar una nueva sección, la sección Off Topic.

La encontraréis al final de mis entradas - artículos. Se trata simplemente de enlaces a cosas que me han parecido interesantes, me han llamado la atención, me ha sugerido alguien, curiosidades, etc.; sobre cualquier tema, cultura, deportes, noticias diversas, chascarrillos, lo que sea.

No pretendo que aparezcan regularmente, sino cuando considere "interesante". Pretendo que sea algo relajante para terminar, y sin ninguna otra misión que la de COMPARTIR.

Así que, aquí va el primero

[Off-Topic]
Jean Francois Rauzier. Hiperfotos.


FELIZ NAVIDAD

21 de diciembre de 2010

La entrada de hoy tiene un único objetivo, desearos a todos




FELIZ NAVIDAD








Y UN PRÓSPERO AÑO NUEVO 2.011




Saludos amigos
Pedro

Proteccionismo y movilidad

17 de Diciembre de 2010

Hoy quiero plantear un tema para debate, y por qué no, para el análisis personal e introspectivo. Me ha surgido la propuesta cuando he leído una noticia digital que básicamente consistía en lo siguiente:

- La empresa "construcciones mira que bien", que vino desde (otra comunidad) ha presentado concurso de acreedores voluntario y ha paralizado las obras de...

Rápidamente, los lectores han escrito un gran número de comentarios al respecto y entre ellos muchos como:

- Claro, vienen empresas de fuera a llevarse los dineros y dejar los agujeros
- Eso pasa por no adjudicarle la obra a "construcciones nosotros", que es el de casa y lo hace bien.
- Etc.

Y yo me planteo.
¿Qué ocurre, que el de fuera no sabe construir?
¿Que los de mi ciudad no presentan concursos de acreedores?
¿Que los de mi ciudad no pueden salir fuera a otras ciudades, comunidades o países?

Yo he trabajado en empresas locales y nacionales, y reconozco que he utilizado y escuchado argumentos de todo tipo, a favor y en contra, pero sinceramente, creo que en ese punto no debe estar el debate. El debate se debería centrar en lo que yo llamo PPC, precio, plazo y calidad.

¿Son correctas las medidas proteccionistas?
Por ejemplo, muchas entidades locales sacan a concurso obras con pliegos de condiciones claramente orientados al mercado local. No digamos nada si además lo que condiciona el caso es el idioma. Recuerdo pliegos de condiciones de obras en Cataluña en donde no solo se exigía que el personal de obra se dirigiera a la administración en catalán, sino que toda relación entre el contratista y la administración, oral o escrita, fuera en ese idioma. Esto más que bilingüismo, parece exclusión.

Deberíamos plantearnos si este proteccionismo, favoritismo o como queramos llamarle tiene ventajas o beneficios.

Aparentemente tiene la ventaja inicial de favorecer la producción a nivel local, pero entiendo que si todos utilizamos la misma estrategia vamos a limitar enormemente nuestro mercado potencial. Favoreceré que el constructor local pueda hacer muchas obras, pero la fábrica de ladrillos que tenemos, poco venderá si mi vecino trabaja con el mismo criterio. 

Este planteamiento tan simple lo podemos ir elevando de ciudad a provincia, a comunidad, a país... y en el fondo acabaremos limitando la productividad porque no seremos competitivos.

Otro aspecto a tener en cuenta es la movilidad. Se oye mucho en estos tiempos que hay que buscar el trabajo donde quiera que esté. Pero una cosa es que esté a nivel teórico y otra muy distinta que en la práctica todos podamos trabajar en cualquier sitio.

En días pasados leí un informe que hacía referencia a la reticencia que tienen los directivos a contratar personal proveniente de otras comunidades. Conclusión, se pierden oportunidades de contratar buena gente y se fomenta el engaño y la picaresca (mentiras en el CV, falsos empadronamientos, etc.).

Estos proteccionismos aparecen con más fuerza en tiempos de crisis, luego, los tiempos de bonanza los corrigen, pero ahora es lo que nos toca vivir, así que parece que la máxima es "cada uno en su casa" y "esperar a que escampe".

Saludos amigos
Pedro

Responsabilidad en los errores de obra construída

10 de diciembre de 2010.

En la entrada anterior hablábamos del trabajo con calidad y sus beneficios. Hoy quiero tocar un tema colateral, la responsabilidad que cada  uno de los agentes de la edificación tiene en la aparición de incidencias sobre la obra construida.

Cada vez encontramos más contratos del tipo “precio cerrado” o “llaves mano” en donde aparece alguna cláusula como:
   "El constructor declara haber analizado en profundidad el proyecto  y asumir cualquier tipo de carencia presente y futura, ya sea esta de proyecto, mediciones, normativa, etc."
De forma que pase lo que pase, el promotor siempre va a tener quién le solucione la incidencia, sea el constructor responsable o no de la misma.

Es poca la información estadística que se encuentra disponible en cuanto al origen de los defectos de construcción. Transmito aquí lo poco que he encontrado y que me sirve para plantear el problema en cuanto a concepto.

La totalidad de las deficiencias que pueden aparecer en la obra construida, podemos agruparlas en función de su origen. De esta forma encontraremos:

-    Errores de proyecto
-    Errores de ejecución
-    Materiales inadecuados
-    Uso y mantenimiento

Más allá de si los errores de ejecución son el 50, el 40, ó el 60%, que seguro variarán según los diferentes estudios, quiero llamar la atención sobre la existencia misma de los diferentes orígenes de los defectos. Se tiene la costumbre generalizada de responsabilizar siempre al constructor de cualquier tipo de incidencia que aparezca en la obra, y por supuesto responsabilizarle de su reparación, y evidentemente, asumir el consiguiente coste.

Una investigación realizada por el profesor J.M. Veitez entre 1980 y 1984, comprobó que el porcentaje de los fallos ocurridos en la fase de proyecto en España es sensiblemente igual a la media de los países europeos, con una incidencia del 42%.





Errores de proyecto.
En este apartado, hay dos subgrupos importantes:
-    Los errores de cálculo. Si bien no son frecuentes, cuando se producen pueden tener  una repercusión económica importante.  Pensemos en un cálculo estructural. Si el error es grave, puede llegar a producirse, en caso extremo, el colapso de la estructura. Existen otros no tan importantes en cuanto a riesgo. Supongamos que un forjado tiene un error de cálculo que provoca una flecha que supera ligeramente el límite de lo admisible. El constructor tiene muchas probabilidades de gastar un buen dinero en el arreglo de fisuras, aun cuando su ejecución haya sido esmerada.
-    Detalles erróneos o inexistentes.  El constructor no tendrá capacidad para interpretar determinadas soluciones del proyecto. Pero no olvidemos que cuando se resuelvan en visita de obra, tendrán un coste. (¿previsto?)

Materiales inadecuados
Aun cuando constituyen un grupo específico, también los materiales inadecuados son un error de proyecto, puesto que el constructor no puede colocar en obra mas que aquellos prescritos en proyecto. Cuando se propone un cambio, este deberá contar siempre con la aprobación de la dirección facultativa.
Este tipo de fallo se produce por ejemplo cuando colocamos un ladrillo caravista que no ha superado los ensayos de heladicidad, o un pavimento altamente deslizante en lugares públicos de mucho tránsito o cuartos húmedos.

Errores de uso y mantenimiento
Los departamentos de postventa de promotoras y constructoras reciben con frecuencia reclamaciones, (en algún caso con expresiones fuera de tono) del tipo
-    El parquet flotante de mi salón no está pegado. Menos mal, dije yo
-    Solo funciona la mitad de los puntos de luz de la vivienda. En este caso el propietario había probado los tres primeros colocando diferentes bombillas, pero con la cuarta y última que le quedaba (fundida) probó el resto. (Naturalmente nos trató de incompetentes y cosas que mejor no transcribo).
-    Y cuántas veces se nos acusa de una instalación de saneamiento defectuosa y luego se han extraído de ella todo tipo de objetos. 

Errores de ejecución.
Intencionadamente he dejado este grupo para el final, porque no tiene discusión. Somos responsables de lo que ejecutamos mal, y es obligatorio que lo reparemos, sin coste para el promotor y causando las mínimas molestias a quien afecte, sea este promotor, dirección facultativa o usuario. (Recomiendo la lectura de la entrada anterior "El trabajo de CALIDAD, fuente de beneficios")

Saludos amigos
Pedro Domingo


Fuente bibliográfica:
Víctor Yepes y Eugenio Pellicer
Dpto. Ingeniería de la Construcción y Proyectos de Ingeniería Civil.
Universidad Politécnica de Valencia


El trabajo de CALIDAD, fuente de beneficios

3 de diciembre de 2010.

Hemos oído muchas veces que es bueno trabajar con calidad.
Yo iría más allá, trabajar con calidad es una necesidad.

Dicen los estudiosos del comportamiento humano que los hombres nos movemos por intereses egoístas y que no somos capaces de reaccionar salvo en beneficio propio (excepto raras excepciones), y que además lo hacemos de modo subconsciente. Bueno, pues vamos a apelar al egoísmo para demostrar que trabajando con calidad, somos los primeros beneficiados.

El primer beneficiario del trabajo con calidad es uno mismo. No conozco a nadie que no se sienta realizado y satisfecho por un trabajo bien hecho.

Pero además la ausencia de calidad tiene repercusión económica para la empresa constructora. Analicemos algunas de las situaciones en las que se manifiesta.

Vuelta atrás sobre trabajos terminados.
Imaginemos que en una obra, una vez terminados los alicatados y colocada la carpintería de madera, nos damos cuenta de que por un error de replanteo no nos cabe el lavabo y hemos de modificar la posición de la puerta. Resultado, cabreo y sobrecoste.

Repasos.
Estamos terminando la obra y para la revisión final antes de la recepción la obra deberá estar en perfecto estado de revista. Lo normal es que entre el equipo de repasos. Cuanto más esmerada haya sido la ejecución, menos habrá que repasar, y antes terminaremos con menor coste. 

Postventa.
Situación idéntica a la anterior, pero con mayor gasto añadido. Es mucho más complejo repasar una vivienda cuando la familia propietaria ya está viviendo. Probablemente tengamos que quedar a día y hora determinados, incluso fuera de una jornada laboral normal. Es posible que haya que mover muebles, proteger y limpiar cuando acabemos. Todo ello son sobrecostes.

Aumento de costes indirectos.
Además del propio coste directo de materiales y mano de obra, todas estas actuaciones que nombramos suponen un aumento de los costes indirectos, ya que requerirán la participación del encargado, del jefe de obra, tendremos casetas y almacenes a disposición, necesitaremos medios auxiliares. En definitiva, más gastos.

Penalizaciones.
Es muy posible que todas estas incidencias nos supongan un incremento del plazo de ejecución. En el mejor de los casos, no habrá penalizaciones, pero aún así estaríamos en el supuesto anterior con un incremento de los costes indirectos. También los retrasos pueden derivar en un incumplimiento de plazos y según sea el contrato firmado, se apliquen penalizaciones. Y la experiencia nos dice que esto "duele".

Quedarían por comentar otras repercusiones mas subjetivas que pueden significar pérdida de oportunidades futuras, vamos, que no nos inviten a más obras.

Tensiones.
La mala calidad en construcción siempre provocará tensiones. Especialmente con la dirección facultativa y por transmisión, con la propiedad. Se pueden producir enfrentamientos o discusiones no deseables, nervios por incumplimiento de plazos, radicalización de planteamientos, etc.

Todo esto deriva en INSATISFACCIÓN, que es lo peor que podemos desear en la realización de nuestro trabajo. Insatisfacción significa, "nunca más".

Así que, aunque solo sea por puro egoísmo, TRABAJEMOS CON CALIDAD.

Saludos amigos
Pedro Domingo

Clasificación de empresas

26 de Noviembre de 2010

Toda empresa que tenga intención de contratar obras o servicios con la administración pública, ya sea nacional, autonómica o local, verá regulada su relación contractual por la Ley 30/2007, de 30 de Octubre, de contratos del sector público. BOE 31/10/2007.

En dicha ley, dice su
Artículo 54, Exigencia de clasificación
1. Para contratar con las Administraciones Públicas la ejecución de contratos de obras por importe igual o superior a 350.000 euros, o de contratos de servicios por presupuesto igual o superior a 120.000 euros, será requisito indispensable que el empresario se encuentre debidamente clasificado.

Doy por supuesto que la mayoría de los lectores conocen en que consiste la clasificación de empresas, pero permitidme al menos comentar algunas particularidades.

La clasificación de empresas establece unos determinados grupos en función de la actividad de que se trate. Y unos subgrupos que serán los que fijen los importes máximos a los que pueden concurrir en concurso.

Recomiendo la visita a esta página de la Oficina Auxiliar de la Confederación Nacional de la Construcción en donde encontraréis el detalle de los grupos existentes.

Así, cuando una obra pública sale a concurso, el organismo contratante fija el precio de salida de la obra y la clasificación que exige, en función del tipo de obra de que se trate. La empresa que quiera concursar a la obra deberá estar en posesión de dicha clasificación como condición necesaria para ser admitida en el concurso. La administración nos exigirá una clasificación mayor cuanto más compleja sea la obra a ejecutar y mayor su dotación económica.

Para la obtención de la clasificación se deberán cumplir una serie de requisitos y seguir los procedimientos establecidos. En Clasificación de Empresas, página del Ministerio de Economía y Hacienda, se puede obtener información oficial sobre clasificación de empresas, formularios y modelos de certificados de buena ejecución.

Pongo aquí el enlace para la Consulta General de Empresas Clasificadas, en donde podremos consultar la clasificación de una determinada empresa.

La obtención de certificados de buena ejecución deberá ser una de nuestras prioridades entre la documentación que se recoge en el final de obra. Para nosotros es tan importante como lo pueda ser el certificado final de obra. Tanto si queremos que nuestra empresa opte a contratos públicos como si no. Nunca sabemos cual va a ser el devenir de nuestra actividad. Conozco empresas que no se han preocupado nunca de los certificados porque su cliente era privado y en estos momentos se encuentran con la incapacidad para contratar con las administraciones.

Si queremos vender nuestra empresa, o comprar una ahora que están baratas, uno de los indicadores a evaluar será su clasificación. De hecho cuando una empresa quiere entrar en un nuevo grupo de actividad, lo primero que piensa es en obtener la clasificación. La manera más rápida es “comprando la clasificación”. Por ejemplo, si soy una empresa constructora  especializada en edificación y quiero empezar a trabajar en obras hidráulicas, uno de los caminos más rápidos es incorporar a mi grupo una empresa que tenga clasificación en obras hidráulicas.

El camino habitual sería ir haciendo obras cada vez mayores, de manera que vayamos acumulando certificados de buena ejecución que nos permitan ir mejorando nuestra clasificación.

Una vía alternativa, más rápida, sería asociarnos en UTE con empresas que tengan mayor clasificación que nosotros. Evidentemente algo tendremos que aportarles a cambio, nuestro especial know how, conocimiento de la zona, etc. y posiblemente tengamos que conformarnos con ser el socio minoritario de la UTE.

Debemos estar siempre pendientes de los plazos de renovación, porque la clasificación caduca. Es muy triste perder por inoperancia o dejadez algo que tan valioso es y tanto esfuerzo cuesta de conseguir.

Otro de los aspectos fundamentales que se evalúan para la concesión de la clasificación es la solvencia económica. Precisamene por esto, una empresa que entre en concurso de acreedores, perderá su clasificación. Por tanto, en cuanto resuelva el concurso y siempre que no vaya a liquidación, deberá volver a solicitar la clasificación en función de las obras terminadas.

En conclusión, el tema de la clasificación es un asunto que requiere atención permanente, siendo muy recomendable tenerla siempre actualizada al máximo posible.

Saludos amigos
Pedro Domingo


Constructoras oscurantistas, constructoras ineficaces.

19 de Noviembre de 2010

Recuerdo una conversación que tuve hace ya tiempo con el propietario de una pequeña empresa constructora que defendía a capa y espada su postura de ofrecer al jefe de obra y encargado cuanta menos información mejor.

Define la R.A.E. como oscurantismo.
1. m. Oposición sistemática a que se difunda la instrucción en las clases populares.
2. m. Defensa de ideas o actitudes irracionales o retrógradas.

 
Me decía este hombre que él solo dejaba a sus jefes de obra el presupuesto ciego (sin precios) y el plazo de la obra, y que con eso un buen jefe de obra tenía que ser capaz de defender la obra. Mi opinión era radicalmente contraria, con eso solo puede trabajar un mal jefe de obra, uno bueno se nos marcha de la empresa.

El jefe de obra es el principal activo a la hora de defender los intereses de la empresa constructora y no solo durante la ejecución de la obra, sino ya desde el trabajo previo al inicio y hasta su liquidación.

El documento fundamental que debe conocer un jefe de obra es el contrato de obra, firmado entre constructor y promotor. En él se detalla absolutamente todo lo que nos es exigible (quedando al margen lo que no lo es) y las condiciones en que se ha de hacer. Qué obra he de ejecutar, en qué precio, en qué plazo, que pasa si no acabo a tiempo, que ocurre si discrepo con la dirección facultativa, cuándo tengo que presentar la certificación, cuándo y cómo voy a cobrar, cómo se ha de liquidar la obra, durante cuánto tiempo he de responder de la misma, etc. ¿Cómo voy a ejecutar una obra si no conozco todo esto?

En cuanto al presupuesto, el jefe de obra debe manejar un presupuesto completo, con mediciones detalladas y precios unitarios y descompuestos. Es habitual que en constructoras pequeñas no se manejen precios descompuestos. Otras empresas, al inicio de la obra, entregan al jefe de obra el presupuesto con el que les ha sido adjudicada la obra, incluidos descompuestos. Digamos que es una posición "menos mala". Lo ideal es que el jefe de obra, previo al inicio de obra, elabore su propio presupuesto, con descompuestos y mediciones reales. Esta es la práctica generalizada entre las grandes constructoras. De esta forma será consciente del esfuerzo que tiene que realizar para conseguir llevar su presupuesto y su resultado previsto, hasta lo esperado por la empresa. Y aquí no vale decir que el departamento de presupuestos se ha equivocado, o que mis jefes han hecho una baja imposible. Ahora lo que toca es trabajar.

Se necesitan conocer los precios de las unidades de obra, y no solo los unitarios sino también los descompuestos, por varias razones.

Como en todo presupuesto habrá algunas partidas en las que se ganará dinero y posiblemente alguna en la que se perderá. Primera conclusión, me interesa hacer mucho de lo que gano, y poco (o nada) de lo que pierdo. Hacer "nada" significa cambiar. Y cuidado, cambiar no significa merma de calidad. A veces un cambio de referencia o marca de un determinado producto nos puede salvar la partida ofreciendo una calidad similar o, por que no, mejor.

El precio descompuesto me sirve para determinar todas las unidades que intervienen en una determinada partida. Pongamos el caso de una cubierta invertida. Necesito el precio descompuesto para saber si he considerado la ejecución de pendientes incluida en la partida o me la pagan aparte. También sabré si se ha estudiado con una tela simple o con doble tela, ya que aunque así lo diga la literatura de la partida, es necesario comprobar que efectivamente se ha tenido en cuenta. Sabré el tipo de aislamiento, la marca y el instalador que me pasó precio en fase de estudio. Sabré como estaba previsto subir la grava a la cubierta. Por cierto, si la empresa tiene un ERP inevitablemente deberé realizar los descompuestos antes de poder contratar nada.

Cuando el jefe de obra trabaja con el presupuesto del departamento de estudios, es necesario que tenga la información completa. Qué proveedor ofertó el precio, en qué condiciones, con qué productos. Lo pertinente en estos casos es que el departamento le entregue al jefe de obra el expediente completo que sirvió para que nos adjudicaran la obra.

Si la empresa tiene centralizadas las compras, y estas no dependen del jefe de obra, se le deberá dar la información completa de toda la contratación. No solo el proveedor o subcontratista y el precio sino también el contrato firmado para que conozca al detalle el alcance de lo contratado. Por ejemplo, necesitará saber los hitos acordados, formas de pago, posibles penalizaciones, ayudas o portes que se incluyen o excluyen, etc.

Toda esta información que necesita el jefe de obra se hace extensiva al encargado. Sin dudas ni reparos. Un buen encargado necesita saber todo esto de lo que estamos hablando para saber lo que de él se espera y hasta donde puede exigir a todo operario que intervenga en su obra.

Y por favor, si la obra gana dinero, cuénteselo a su encargado, que seguro que se alegrará y lo motivará.
- Eres el primer jefe de obra que me dice que vamos ganando dinero
Esta frase me la dijo un encargado hace ya unos cuantos años. Por aquel entonces ese hombre tendría unos 50 años y estoy convencido que siendo tan bueno como era en su labor, le habría hecho ganar mucho dinero a la empresa. Aquel día él se fue feliz a casa, pero os prometo que yo me fui tanto como él. Por supuesto, la obra acabó siendo un éxito total en todos los aspectos.

El peligro real de esta forma de actuación es la fuga de información.

Estamos de acuerdo, pero ese peligro siempre existirá, hayamos facilitado  o no la información. Para evitarlo los primeros pasos deberemos darlos ya en la contratación de nuestro personal. Un aspecto a valorar serán las referencias y el grado de confianza y compromiso que transmita la persona. También podemos incluir en el contrato con el trabajador una cláusula de confidencialidad, que aunque no evita la fuga de información, permite actuar contra ella. Los sistemas ERP también hacen más costoso el robo de información, ya que todo movimiento queda registrado. Y desde luego, el trabajo en un ambiente de cordialidad y confianza será una herramienta fundamental.

Y si después de todo se pierde una copia de nuestro presupuesto, deberemos considerar que es importante a corto plazo, pero tiene menor transcendencia a medio, puesto que las condiciones para una siguiente obra, aún siendo similar, seguro que son diferentes. Será un promotor distinto, habrá subido el  precio del acero, quizás necesitemos otra grúa más, el plazo será diferente, quién sabe...

Así que, en mi modesta opinión, yo le diría:
- ¿Es la suya una constructora oscurantista?, pues cambie, y cuanto antes mejor.

Saludos amigos
Pedro Domingo 

Promotor, constructor y otros agentes.

16 de Noviembre de 2010

Escribo este artículo pensando especialmente en personas que son ajenas al sector inmobiliario y de la construcción. Se por tanto, que es muy improbable que lo lean. Así pues, nos corresponderá a todos nosotros su difusión para beneficio de todos.

Dedico la entrada de hoy a la confusión general que existe entre lo que es un promotor y lo que es un constructor. 

Cuántas veces hemos leído u oído en los medios de comunicación
- El constructor cogió el dinero de los propietarios y se marchó sin terminar las viviendas.
- Este constructor ha edificado mil viviendas en este sector.

Entiendo que los ciudadanos de a pié no tienen porqué distinguir los términos, y apelo a los medios de comunicación, con su enorme poder de influencia, para que traten este tipo de noticias de una manera rigurosa, en beneficio de una información veraz que sitúe en su sitio los deberes y obligaciones de cada uno.

La LOE (Ley de Ordenación de la Edificación), en su Capítulo III, AGENTES DE LA EDIFICACIÓN, define:

Artículo 8. Concepto. Son agentes de la edificación todas las personas, físicas o jurídicas, que intervienen en el proceso de la edificación. Sus obligaciones vendrán determinadas por lo dispuesto en esta Ley y demás disposiciones que sean de aplicación y por el contrato que origina su intervención.

Artículo 9. El promotor.
Será considerado promotor cualquier persona, física o jurídica, pública o privada, que, individual o colectivamente, decide, impulsa, programa y financia, con recursos propios o ajenos, las obras de edificación para sí o para su posterior enajenación, entrega o cesión a terceros bajo cualquier título.

Artículo 10. El proyectista

Artículo 11. El constructor.
El constructor es el agente que asume, contractualmente ante el promotor, el compromiso de ejecutar con medios humanos y materiales, propios o ajenos, la obras o partes de las mismas con sujeción al proyecto y al contrato.

Artículo 12. El director de obra.
Artículo 13. El director de la ejecución de la obra.
Artículo 14. Las entidades y los laboratorios de control de calidad de la edificación.
Artículo 15. Los suministradores de productos.
Artículo 16. Los propietarios y usuarios.

En estos artículos de la ley quedan definidos cada uno de los agentes, así como sus obligaciones. Obsérvese que todos los agentes tienen obligaciones, incluidos los propietarios y usuarios.

Dicho de una manera coloquial, el promotor es quien decide hacer un edificio y encarga su ejecución a un constructor, que será quién lo construya.

Por tanto, corresponde al promotor decidir si el suelo es de gres o tarima, o si las puertas son de roble o de haya. Los propietarios deberían conocer esta circunstancia, porque también en muchos casos hacen responsables a los proyectistas de temas sobre los que no han tenido poder de decisión. Al constructor le corresponde ejecutar en precio, plazo y calidad, el proyecto de ejecución, que es el que define la obra a ejecutar y según las condiciones del contrato suscrito entre las partes.

En edificación residencial, es el promotor quién "vende" la vivienda al cliente. El cliente no tiene relación contractual alguna con el constructor, por tanto deberá canalizar sus felicitaciones o reclamaciones hacia el constructor a través del promotor.

Existen casos en los que el promotor y el constructor son una misma sociedad. Estamos hablando de las empresas promotoras que tienen integrada en su estructura todas las funciones de la empresa constructora, y por tanto se encargan de ejecutar ellos mismos la obra que promueven. En este caso si que resultaría indiferente, a nivel práctico, hablar de promotor o de constructor. No obstante, si yo soy un cliente adquirente de vivienda, quien a mi me la vende es el promotor, y será preferible utilizar este término al referirme a la relación comercial con él.

No quiero dejar también de comentar el caso de las cooperativas y comunidades de bienes, que tan de moda están en estos momentos. No deben olvidar los cooperativistas y comuneros que  los promotores son ellos mismos, y les serán de aplicación cuantas obligaciones y responsabilidades marca la ley para el promotor.

Por tanto, es muy recomendable que conozcamos quién es quién en este negocio para poder dirigirnos a cada uno en su justa medida.

Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios (Mc.12, 17)

... y así estarán todos contentos (¿no? digo yo)

Saludos amigos
Pedro

1.000 Visitas

14 de Noviembre de 2010

1.000 Visitas. Hoy hemos llegado a las 1.000 visitas. Gracias amigos. Gracias a todos.

Miro con asombro (y sana envidia, para que negarlo) esos blogs que tienen cientos de miles de seguidores y millones de viisitas. Pero, ¿qué queréis que os diga? yo estoy muy contento con mis modestas 1.000 visitas. Cuando empecé esto, en la cercana fecha del 5 de septiembre, todo eran incógnitas.
¿Tendré temas suficientes para escribir?
¿Resultarán interesantes?
¿Tendré lectores y seguidores?
¿Me resultará satisfactorio o me aburriré?

Hoy puedo deciros que me alegro de haber dado el paso. Como dije en la presentación, no pretendo sentar cátedra, solo pretendo comunicar, compartir, y seguir aprendiendo. Porque el escribir me obliga a confrontar datos, revisar ideas y planteamientos, buscar información adicional, en definitiva a trabajar por y para mi profesión.

A la vez resulta reconfortante comprobar que hay gente a la que le interesa lo que escribo y que con sus comentarios me da fuerzas para seguir trabajando en este proyecto. Incluso en la discrepancia hay enseñanza.

Ahora solo queda ampliar la red. Que el lector se anime a escribir sus comentarios. Que se apunte como seguidor y que se compartan los contenidos. 

Entre todos juntos es más fácil crecer.
Y ahora a por las 10.000.
¿Os animáis?

Muchas gracias a todos.
Un fuerte abrazo.
Pedro Domingo

A mis lectores de Latinoamérica y Norteamérica

12 de Noviembre de 2010

Veo en las estadísticas de mi blog que tengo lectores de todo el continente americano. A ellos quiero dirigir hoy un saludo y agradecerles su interés.

He de reconocer que desconozco si la visión y misión que tenemos las empresas constructoras a este lado del charco, tiene allí los mismos significados y atribuciones.

En Estados Unidos y Canadá, las atribuciones y responsabilidades de cada una de las partes que intervienen en este negocio, así como los procesos constructivos son muy similares a los europeos. En cuanto a la construcción residencial podríamos decir que los sistemas cambian debido fundamentalmente a la diferente visión que la sociedad tiene de lo que es un “hogar”, al "estilo de vida".

La percepción de lo que ocurre en América del Sur varía en función del  país de que se trate y de su grado de desarrollo. Dentro de un mismo país pueden darse enormes desigualdades de una región a otra. Incluso en una misma ciudad se pueden ver contrastes extremos entre el centro financiero y el extrarradio residencial. (solo estamos hablando de construcción, no lo olvidéis).

Espero seguir contando con vuestro interés y vuestra lectura, y os invito a participar con vuestros comentarios y opiniones.

I thank your interest and I hope you go on reading my web page. I invite you to take part in it making comments or giving your opinions.

Os dejo algunas fotos que pude tomar en Cochabamba. Bolivia.



Un afectuoso saludo
Pedro Domingo

Certificación no es producción.

5 de Noviembre de 2010

Agradezco la colaboración en la redacción del presente artículo, a mi buen amigo y excelente profesional 
Roberto Rami
Licenciado en Ciencias Empresariales, especialidad en Financiación.

La diferenciación de los conceptos de certificación y producción supone un salto cualitativo importante en la gestión de la empresa constructora.

Es práctica común el decir que la certificación es el documento que recoge la valoración de la obra que hemos ejecutado en el mes. Nada más lejos de la realidad.

La certificación es el documento que recoge la relación de partidas admitidas por la Dirección Facultativa que presentamos al cobro, valoradas a precio de contrato, estén ejecutadas o no.

La producción es el documento que recoge la relación de partidas ejecutadas por las que tenemos derecho a cobro, valoradas a precio de contrato.

La certificación es un documento de carácter externo cuya elaboración corresponde a la Dirección Facultativa. En la práctica es uso común que sea la constructora quién lo elabora y le da validez recogiendo la firma (aprobación) de la Dirección Facultativa.
La producción es un documento de carácter interno.

Escenarios de certificación y producción.
- En determinadas circunstancias y con las correspondientes garantías, la propiedad puede admitir la certificación de acopios, que es obra no ejecutada. 
* En producción no podré incluir estas unidades presentadas al cobro como certificación, porque todavía no están ejecutadas y no tengo coste para ellas.

- Un jefe de obra, por diversos motivos, puede certificar unidades que todavía no ha ejecutado. Es lo que llamamos adelantar certificación.
* En este caso las mediciones que se incluirán en la producción deberán ser las realmente ejecutadas, que serán las correspondientes al coste que tenemos.

- La propiedad, o la Dirección Facultativa, pueden decidir en un momento dado, que se retiren de la certificación determinadas partidas, aún estando estas ejecutadas. Certificación aplazada.
* La producción incluirá las unidades realmente ejecutadas siempre y cuando tengamos certeza total de cobro. Por ejemplo, en una obra a precio cerrado las unidades recogidas en producción no podrán superar a las de certificación.

* En una obra a precio cerrado, o cuando he cambiado un proceso constructivo, puedo dar como producción la totalidad de una partida, aun cuando no la haya realizado o su medición real sea inferior, siempre y cuando tenga la seguridad total de su cobro. 

La importancia de diferenciar la producción de la certificación.
Imaginemos que no puedo certificar las unidades realmente ejecutadas (no entro en el por qué). Si mi empresa solo conoce mi certificación, pero no mi producción, el resultado económico de la obra a fin de mes será menor o incluso negativo, porque tengo un coste para el que no tengo reconocidos ingresos.

El caso contrario se da cuando llevamos certificación adelantada. Si la empresa no conoce la producción real tendremos un beneficio ficticio, provisional, unos buenos resultados que tarde o temprano empeorarán.

El jefe de obra de una empresa constructora está obligado a certificar todo lo que pueda. Conseguir adelantar certificación sobre producción significa financiación extra para la constructora. Cobramos por adelantado. Por el contrario, el ejecutar partidas y no certificarlas supone  costes financieros para la constructora.

Adelantar certificación también tiene sus riesgos. Siempre deberemos tener presente que estaremos trabajando con un dinero que no es nuestro, deberemos prever el coste futuro de ejecutar esas partidas que tenemos pendientes todavía.

Por eso la empresa constructora deberá contabilizar como ingreso la producción y no la certificación, y contabilizar el diferencial con la certificación como "anticipo de clientes" cuando la certificación vaya adelantada y como "obra ejecutada pendiente de certificar" en el caso contrario.

Para el control del coste de la obra el documento fundamental es el de producción. Es la base para el análisis económico del resultado de la obra a fin de mes. En el se apoyará a su vez para ver la realidad de la obra.

Es muy importante la elaboración, a nivel interno, de un cuadro comparativo entre certificación y producción que permita tener identificadas y controladas en todo momento las diferencias entre ambos estados.

Por estas razones, y otras más, es tan importante que el jefe de obra tenga presentadas y aceptadas la certificación y la producción en las fechas convenidas por la empresa, y que por razones obvias no debería ser más tarde del día 30 de cada mes.

Saludos amigos
Pedro Domingo

Seguridad y Salud. Cómo ofertar este capítulo.

29 de octubre de 2010

En todo concurso de obras privado surge siempre un tema de incertidumbre. ¿Cómo y en qué cuantía ofertar el capítulo de Seguridad y Salud?. Desde el punto de vista de la empresa constructora la respuesta inmediata es, "como lo pida el promotor". Pero lo que aquí voy a analizar es ¿Cómo sería conveniente que lo pidiera el promotor?.

Debemos tener presente que el promotor, una vez recibidas las ofertas de las diferentes constructoras elaborará un cuadro comparativo con todas ellas. Para que este comparativo sea efectivo deberá ser homogéneo. Por tanto, si nos preocupamos de que todas las constructoras nos oferten las mismas partidas de estructura, de albañilería, de fontanería, y que no se dejan nada, por qué vamos a cambiar este criterio cuando se trata de la Seguridad y Salud.

Mi sugerencia siempre ha sido la siguiente:
Todas las empresas que participan en un concurso de obras privado, deberían ofertar el capítulo de Seguridad y Salud con el mismo importe que figura en el Estudio de Seguridad y Salud.

Digo con el mismo importe porque, considero que es el redactor del Estudio de Seguridad y Salud quien mejor debe conocer la normativa de aplicación y la evaluación de los posibles riesgos así como su correcta valoración. Si alguna empresa considera inadecuado este importe, puede modificar su cuantía, al alza o  a la baja, teniéndolo en cuenta en sus gastos de fabricación, que a la postre son parte fundamental del coste de la obra. No olvidemos que previo a la ejecución de la obra, la constructora deberá elaborar un Plan de Seguridad y Salud que deberá ser aprobado por el Coordinador.

¿Que se gana con este planteamiento?

Para el promotor es fundamental que quede constancia clara de su determinación en el cumplimiento de la normativa en materia de prevención de riesgos laborales. Es preferible que en el contrato de ejecución de obra que firma con la constructora, se refleje expresamente el capítulo de Seguridad y Salud, con las unidades que lo componen y el precio que por ellas se paga. De esta forma, siempre podrá exigir su íntegro cumplimiento y ante una inspección siempre puede justificar que exige y paga por ello.

Cuando la constructora oferta "Seguridad y Salud, incluidos en el precio", y no se refleja expresamente a qué unidades corresponde, el promotor no tiene forma de exigir ni justificar que está ordenando el cumplimiento de la seguridad.

Para la constructora este planteamiento también tiene sus ventajas. La primera es que se sentirá en igualdad de condiciones en el concurso. Si las partidas de Seguridad y Salud figuran detalladas en un capítulo del presupuesto de contrata, se convertirán en unidades "de obligado cumplimiento" que se nos pueden exigir en cualquier momento, a todos los ofertantes por igual.

No nos engañemos, el "Seguridad y Salud, incluidos en el precio" es una práctica inadecuada, porque detrás de ella se esconde el descontrol. ¿Qué es lo que hemos "incluido en el precio"? y ¿Quién lo sabe?

Por otra parte, una empresa constructora seria es consciente de la importancia de este capítulo, y debe ser una seña de calidad el cumplimiento por iniciativa propia de toda la normativa vigente. Sin olvidar además los beneficios, de todo tipo, que de este cumplimiento se derivan.

Saludos amigos.
Pedro Domingo
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No es posible ganar una discusión

22 de Octubre de 2010

Todos nos hemos visto en situaciones en las que planteada una discusión, sabemos al 100% que la otra parte se equivoca. Planteo el comentario desde la posición "sabemos que se equivoca", no "suponemos que se equivoca". Así y todo...

¿Por qué demostrar a alguien que se equivoca?
¿Por qué no dejarle que salve su dignidad?
¿Por qué discutir con él?
Hay que evitar siempre el ángulo agudo.

Nueve veces de cada diez, cuando termina la discusión cada uno de los contendientes está más convencido que nunca de que la razón está de su parte.

No se puede ganar una discusión.
Es imposible porque, si se pierde, ya estás perdida; y si se gana, se pierde.

¿Por qué? Pues suponga usted que triunfa sobre su rival, que destruye sus argumentos. ¿Y qué? Se sentirá usted satisfecho, pero ¿y él? Le ha hecho sentirse inferior. Ha lastimado su orgullo. Ha hecho que le duela ver que usted triunfa.Y un hombre convencido contra su voluntad sigue siendo de la misma opinión.Es un triunfo vacío, porque jamás obtendrá la buena voluntad del oponente.

... ¿y si después de todo resulta que no se equivocaba?

Buda dijo: "el odio nunca es vencido por el odio sino por el amor"

Y un malentendido no termina nunca gracias a una discusión, sino gracias al tacto, la diplomacia, la conciliación, y un sincero deseo de apreciar el punto de vista de los demás.

 "¿ por qué no te callas ?"


Cómo evitar que un desacuerdo se transforme en una discusión.

1.- Acepte el desacuerdo. Cuando dos socios siempre están de acuerdo, uno de ellos no es necesario
2.- Desconfíe de su primera impresión instintiva. En una situación desagradable siempre nos ponemos a la defensiva.
3.- Controle su carácter. Primero escuche. Déjelo hablar sin interrupciones y que termine.
4.- Busque los puntos de acuerdo, y expóngalos en primer lugar. Es un buen comienzo.
5.- Sea honesto. Discúlpese por sus errores.
6.- Prometa pensar y analizar con detalle las ideas de sus oponentes. Y hágalo en serio, puede que tengan razón.
7.- Agradezca sinceramente a sus oponentes por su interés. Cualquiera que se tome el trabajo de presentar y sostener objeciones está interesado lo mismo que usted.
8.- Posponga la acción de modo que ambos bandos tengan tiempo de repensar el problema.

Cuando dos personas gritan, no hay comunicación, solo ruido y malas vibraciones.

LA ÚNICA FORMA DE GANAR UNA DISCUSIÓN ES EVITARLA.

Fuente: Dale Carnegie

Saludos amigos
Pedro Domingo




Arquitectura de la densidad

15 de Octubre de 2010

Hola amigos.

Hoy toca un poco de relajación. Tocan imágenes IMPACTANTES que seguro harían la boca agua a muchos de los constructores y promotores de este país.

Pertenecen a un fotógrafo alemán llamado Michael Wolf.
Lo descubrí hace unos años en un PowerPoint que me pasaron. Las fotos iban sin título ni autor, pero yo necesitaba saber más, y con un poco de investigación por la red, rápidamente llegué hasta el autor. En Wikipedia su biografía solo aparece en inglés.

Os recomiendo visitar su página, y muy en especial dos de sus apartados, Architecture of Density y 100 x 100.

Aquí os dejo alguna de las perlas que podréis encontrar.
La ciudad, como no, Hong Kong. 
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Ciertamente, esto si es densidad.
De calidad, mejor no hablamos

Saludos amigos
Pedro Domingo

Gestión de los costes indirectos.

8 de Octubre de 2010

En todas las constructoras hay una preocupación manifiesta por controlar el coste directo de la obra, comprar bien, por no pagar un metro de más, pero ¿qué pasa con los costes indirectos?¿quién se preocupa de ellos?.

Los jefes de obra son hábiles en hacer comparativos de las partidas de suministros y subcontratación. También son hábiles en justificar por qué "es mejor" tener la grúa torre un mes más, pero ¿quién paga?.

CONTROL es la respuesta, y si tenéis duda, entonces MÁS CONTROL.

Para simplificar la idea que quiero transmitir vamos a hablar de GASTOS DE FABRICACIÓN, definiendo como tales todo aquello que no es un coste directo, pero supone coste para la obra. Se agrupan en:
- Costes Indirectos
- Costes Proporcionales
- Costes de Estructura (o Gastos Generales)

Los gastos de fabricación pueden suponer de un 20 a un 25% del coste total  de la obra. La horquilla viene dada por el tipo de obra y por lo que incluimos y lo que no en gastos indirectos. Todas empresas no lo evalúan por igual. Veamos algunos ejemplos.

Ejemplo 1.- La vivienda protegida, con acabados de menor calidad y/o menores prestaciones, tiene menor coste directo, y proporcionalmente mayores gastos de fabricación.
Ejemplo 2.- A un equipo de obra, jefe de obra, encargado, ayudantes, le supone un esfuerzo similar una obra de 50 viviendas que una de 100, por tanto en una obra mayor,  la repercusión de indirectos es proporcionalmente más baja.

Conclusión 1.- A mayor volumen económico, menor coste proporcional de los gastos de fabricación.

Ejemplo 3.- Si en los contratos con los subcontratistas incluyo la limpieza del tajo o el reparto de materiales, entonces no tendré que incluir en los indirectos, mano de obra para estas labores.
Ejemplo 4.- Si subcontrato la estructura con el gruista incluido en el precio, el coste de este ya está repercutido en el coste directo de cada una de las partidas de los capítulos de cimentación y estructura.

Conclusión 2.- Cuantas más partidas seamos capaces de subcontratar, mayor porcentaje tendrá el coste directo, que es más fácil de controlar, y por tanto menor mi riesgo.

Ejemplo 5.- Si una empresa es nacional, tendrá unos gastos de estructura de central, del 5 al 8%, y unos gastos de estructura de delegación, entre el 1,5% y el 3,0%. En una empresa de ámbito local es previsible que los gastos de central, en este caso "generales de empresa" serán menores y los de delegación no existirán.

Conclusión 3.- La estructura de la empresa influye muy directamente en el coste.

La distribución de los costes de una obra de edificación residencial en bloque, tamaño unas 100 viviendas, corresponde a un esquema como el siguiente:


Y su gráfico correspondiente sería



Este control tan necesario es habitual en las grandes constructoras, que lo tienen integrado en su ERP. En las medianas depende mucho de la calidad de la empresa y en las pequeñas es bastante infrecuente.

Tenemos que ser muy conscientes que el incremento de los gastos de fabricación va directamente contra nuestro beneficio.

Los gastos de fabricación se incrementarán cuando no cumplamos el plazo de ejecución previsto. Si se nos retrasa la obra dos meses, significa que deberemos cargar a costes dos meses más de jefe de obra, encargado, instalaciones de obra y oficina técnica, etc. También debemos considerar retrasos el tener maquinaria o instalaciones a disposición de obra más tiempo del planificado, por ejemplo grúas, andamios, carretillas, etc.

También por esta misma razón, cuando el retraso no es imputable a la empresa constructora, ésta se encuentra en su derecho de pedir que se le abonen dichos costes. Este caso es frecuente que se de si el promotor no tiene vendida la totalidad de la promoción. En tal situación algunos promotores plantean la cuestión del retraso abiertamente y otros lo hacen de manera encubierta a través de la toma de decisiones en las visitas de obra. Como siempre la solución dialogada es la mejor, porque si se trata de retrasar la obra habrá que reestructurar los equipos a disposición.

Los gastos de fabricación también se incrementarán si la obra está mal estudiada o mal planificada, no habiendo previsto los equipos adecuados o el proceso constructivo idóneo.

También aumentarán si la calidad es deficiente, ya que aumentará la postventa.

El recordatorio final, y la idea principal, es que los gastos de fabricación son lo suficientemente importantes en el coste total de la obra como para dedicarles la atención necesaria, tanto como lo hacemos con el coste directo.

Saludos amigos
Pedro Domingo