22 de julio de 2011
Tratar el tema de la competitividad en la empresa constructora resulta complejo, porque en el mundo de los negocios, y en este sector en particular, existe una tendencia desmesurada a equiparar competitividad con "el precio más barato".
Cuando vamos a la frutería, a simple vista vemos qué cerezas tienen mejor aspecto, incluso las podemos probar. Cuando compramos un coche tenemos una ingente información técnica, análisis comparativos, fotos y vídeos. Pero ¿cómo convencer a un promotor de que nuestra empresa constructora es su mejor apuesta?; máxime cuando lo que hoy compra, la adjudicación de una obra, tiene un período de maduración largo (de uno a dos años) hasta ofrecer los resultados finales, la entrega de la obra ejecutada.
En nuestro caso la mejora en competitividad estará inequívocamente unida a la búsqueda de la excelencia. Sólo de esta manera podremos dar el mejor servicio al menor coste. La optimización de recursos y el control del gasto serán una necesidad y una obligación.
De todas las áreas de la empresa, el departamento de producción (ejecución de obras) será pieza fundamental para lograr los objetivos.
El jefe de obra tiene toda la responsabilidad en el proceso de construcción, y por tanto, un gran peso específico en los resultados de la empresa. De su labor, en perfecta sintonía con el encargado, dependerá el éxito de la obra. Deberemos contar con los mejores. No serán los más baratos, pero serán los más rentables.
Este buen equipo deberá ser la herramienta para realizar un trabajo de calidad. Con ello conseguiremos:
- Realizar una perfecta labor de compras de suministros y subcontratación de los diferentes gremios.
- Evitar la vuelta atrás sobre trabajos terminados y repasos. Suponen incremento de coste sin beneficio.
- Disminuir la postventa. También tiene coste y además daña la imagen de la empresa.
- Reducción de costes indirectos. Derivado de la optimización de recursos humanos y medios auxiliares.
- Cumplimiento de plazos. Como resultado de una correcta planificación y seguimiento ahorraremos en costes indirectos por menor disponibilidad en obra de personal y maquinaria. Igualmente evitaremos posibles penalizaciones.
Todo este trabajo de calidad tendrá como resultado una reducción de costes real, que podremos trasladar a nuestras ofertas, manifestándose en un precio de venta menor. Podremos rebajar el precio manteniendo intacta nuestra expectativa de beneficio.
Aún así, encontraremos "ofertas imposibles" de nuestros competidores. Si está en nuestras manos, analicémoslas. ¿Qué hacen ellos, que no estoy haciendo yo?¿Qué estoy haciendo yo, que ellos no hacen? Estudiemos a la competencia. Tampoco debemos caer en la tentación de dejarnos arrastrar a una guerra de precios. Me viene a la memoria una cita de Antonio Machado, que decía: "Todo necio confunde valor y precio", o ese refrán tan conocido de "nadie da duros a cuatro pesetas". ¿Por qué los citamos tantas veces y, sin embargo, a la hora de comprar sólo miramos el precio?.
Hablando de refranes, siempre me gustó más aquel que decía: "el precio se olvida, la calidad permanece"
En cuanto al control del gasto, cabe mencionar que es el talón de Aquiles de muchos departamentos técnicos, que tienen tendencia a equiparar producción con beneficio. Los responsables de producción deberán tener conocimientos y mentalidad financiera. No pueden incurrir en el gasto de un sólo euro, para el que no haya una contraprestación de ingreso. En coordinación con el departamento financiero, la empresa deberá establecer protocolos de obligado cumplimiento y mecanismos de control económico mensual, trimestral y anual.
Una decisión acertada será trabajar con un ERP, acrónimo en inglés de Enterprise Resource Planning, o como diríamos por aquí, Planificación de Recursos Empresariales. Un ERP es un sistema de gestión que integra todas las áreas de la empresa, producción, compras, financiera, recursos humanos, comercial, etc. El ERP, bien alimentado y trabajado correctamente, nos permitirá conocer la situación real de la empresa en cada momento. Nos alertará de una desviación de gastos; nos actualizará el presupuesto a medida que se vayan concretando las contrataciones; nos obligará a trabajar dentro de los protocolos establecidos; en definitiva, hará fluir la información entre todos los canales de la empresa.
De la suma de ambos conceptos, calidad y precio, se obtendrá el grado de satisfacción del cliente, que materializará nuestra ventaja competitiva.
Saludos amigos
Pedro Domingo
María José
Said
Si que es cierto que el encargado y la dirección de obra son la clave para la calidad en la construcción, pero el problema viene siempre que la mayoría están cohibidos con las decisiones de sus jefes, osea, los constructores, que quieren más dinero aunque ello conlleve a la menor calidad de mano de obra. Esto es así y para mí, fue lo más desilusionante para un profesional como yo, que termina una dura carrera, empieza con ilusión de hacer las cosas bien y acaba haciendo verdaderas chapuzas en su mayoría, por orden de los de "arriba". Por otro lado, la dirección de obra debería cerrarse a personal con títulos que tengan conocimientos de contrucción, porque bien sabemos que cualquier ingeniero, hasta un teleco, podía ser jefe de obra. Pero sin embargo, yo como aparejadora, no puedo firmar una instalacion de telecomunicación... fallan muchas cosas. El sector necesita un fuerte cambio.
Pedro Domingo
Said
Muchas gracias por tu comentario María José.
Planteas dos temas interesantes en tu comentario.
Empezando por el final, te recomiendo la lectura de la entrada EJERCER COMO JEFE DE OBRA, del 11 de marzo de 2011 en donde expuse pensar al respecto. Estoy de acuerdo contigo.
En cuanto a la influencia de los jefes. Yo siempre he mantenido que una empresa es lo que sus jefes quieren que sea. Aunque también es cierto que un trabajador puede mejorarlo con su aportación. Cuesta, pero se puede. Y como último recurso siempre cabe buscarse una empresa mejor. Ya sé que hoy es imposible, pero tarde o temprano esto cambiará. Ciclos siempre ha habido. Un buen profesional no puede conformarse (incluso escudarse) con que su jefe "le obliga" a trabajar sin calidad, porque va en detrimento de la empresa, de su propio currículum y de su calidad como persona.
Saludos y muchas gracias.
Angel Gutiérrez Lainez
Said
Angel Gutierrez
Ante todo felicitarte por tu blog, ya que lo encuentro muy interesante y te propongo visites mi blog https://construccionlean.wordpress.com para que conozcas un poco de la filosofìa Lean aplicado a la construcción. Creo que siendo una persona como eres que te gusta tu profesión te puede interesar bastante el tema porque está muy relacionado con la gestion de la empresa constructora y por ende la calidad de los acabados.
Te envio un fuerte abrazo,