15 de julio de 2011
Para una empresa constructora, una obra acaba cuando se ha cobrado el último céntimo y se ha recuperado el último aval.
Son muchos los jefes de obra, y empresarios, que tienen tendencia a considerar que presentando la liquidación de una obra, ya pueden dar como final el resultado económico derivado de ese acto. No estaría mal que así fuera, pero la realidad es bien diferente.
El primer paso consistirá en que el jefe de obra la elabore y la presente, y ojo que no es un detalle menor. Parece que firmando el Acta de Recepción ya hemos terminado. El promotor tiene tendencia a considerarlo así. Así que, cuánto antes presentemos la liquidación mejor. Es frecuente que al acabar una obra, o incluso antes, se encarguen al jefe de obra otros cometidos. Probablemente, ya esté físicamente en otra ubicación, posiblemente incluso en otra ciudad. Quizá esté ocupado en temas de postventa. Todo esto son circunstancias que ocupan y distraen al jefe de obra del cumplimiento de este hito fundamental, la presentación de la liquidación.
Una vez presentada, deberemos conseguir que dicha liquidación sea aceptada. En el caso de los promotores privados, la negociación puede durar meses, y dependiendo de su estructura empresarial y tamaño, puede requerir de la superación de diferentes filtros. En cada uno de esos escalones, el importe de la liquidación tiene una tendencia “natural” a disminuir.
En el caso del promotor público (las diferentes administraciones), el interlocutor suele ser único, normalmente el arquitecto técnico, en todo caso acompañado del arquitecto, que han llevado la dirección de ejecución y dirección de facultativa.
Nos encontremos en uno u otro caso (público o privado), conseguir que nos firmen la liquidación supone el reconocimiento de la deuda.
El paso siguiente, será el más importante, conseguir cobrar. Estamos comprobando día a día que la mayor parte de los concursos de acreedores están provocados por impagos. Dicho de otro modo, las empresas caen por los impagos, no porque pierdan dinero en una obra (ojo, digo una, porque si es en general, también caerá).
Cobrar es el hito verdaderamente importante para el cierre económico de la obra.
Consolida las previsiones y serena el ánimo. Ya estamos más cerca del final, pero todavía quedan tareas que no debemos desatender.
Deberemos finalizar cuanto antes la postventa, que supone coste sin ingreso. También es cierto que el coste de la postventa de una obra no se carga ilimitadamente contra el resultado de una obra. Lo razonable sería cargarla durante el primer año (garantía) pasando después a cargarse sobre la dotación que a tal fin hayamos previsto en nuestros gastos proporcionales, como fondo de remate y garantía.
Y por último nos quedaría la recuperación de avales. Que no siempre es una tarea tan fácil como aparenta, especialmente cuando son avales a primer requerimiento. Constituyen una fórmula de presión hacia la constructora cuando se pretende alargar el período de garantía. La recuperación de los avales presentados terminará con el coste de su mantenimiento, y por otra parte liberará nuestras líneas de avales para que podamos presentarlos en otros concursos, o en la firma de otros contratos.
Saludos amigos
Pedro Domingo
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[Off Topic]
Hugh Laurie - Swanee River Later with Jools Holland. April 19th 2011
Sorprendido y encantado. Desconocía que Hugh Laurie supiera tocar el piano de esta manera.
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